En el colegio/ Reflexión



En el proyecto de Prensa y Difusión; nosotros, los integrantes, tenemos el deber de difundir                    información y mostrar realidades. Nos hemos dedicado a escribir sobre temas trascendentales de magnitud nacional y mundial. Pero en esta ocasión, vamos a escribir sobre algo diferente, sobre una realidad más cercana. Para ellos realizamos preguntas relacionadas al tema emocional, para saber que siente cada uno al venir al colegio, a nuestros compañeros, pero también a los profesores. Somos estudiantes y en nuestro día a día nos enfrentamos a muchos retos, que aunque los consideremos mínimos, son retos pero en nuestra distracción y cansancio ignoramos a esas personas las cuales también tienen que venir diariamente, despertándose temprano para cumplir con su trabajo y enseñar nuevas cosas a una gran cantidad de jóvenes, sin tener prácticamente un tiempo para el descanso. Los profesores son también, aunque lo obviemos a veces, seres humanos que sufren del cansancio y aunque a veces los veamos como imbatibles por su capacidad para dictar clases por muchas horas seguidas, también llegan a decaer.

En este proyecto tuvimos la iniciativa de realizar algunas preguntas puntuales (¿Qué cosas te afectan dentro del colegio?¿Qué cosas quisieras que cambiaran?) a los profesores para saber más de ellos, tratar de comprenderlos un poco, conocer que cosas a ellos les gustaría recibir de los alumnos, que cosas les incomodan y demás.
Hay profesores que aparte de impartir clases tienen otras responsabilidades como ser asesores u otros están pendientes de actividades religiosas del colegio como la Confirmación de 4to de secundaria o las misiones. Nos contaron que les incomoda que prácticamente nadie valore su esfuerzo y su trabajo, que hay veces que acaban sus clases y nadie les dice “buena clase”, esa falta de agradecimiento es algo que a la mayoría le incomoda. También el hecho de que como personas se equivocan y entre ellos se pueden generar contratiempos y hay falta de coordinación lo que puede llegar a irritar a más de uno por que complica los horarios. Además, les fastidia el tener que escuchar constantemente, sea en clase o en los recreos, que entre los alumnos haya un trato malcriado y faltas de respeto. Otros problemas que aunque no eran comunes también se mencionaron fueron el tener que recorrer largos trechos para llegar a cada clase debido a que el colegio es grande, mucha renovación de personal, cambios improvisados de proyectos, el tener que venir sábados y domingos (lo que les quita tiempo de estar con sus familias), la falta de respeto al orden establecido y los problemas familiares que cada uno tiene.
En los estudiantes, se repitieron las respuestas prácticamente siempre, muchos acusaron el hecho de la gran cantidad de tareas que hay, las malas notas, problemas familiares, dificultad de algunos cursos, el tener que estudiar cursos que no consideran útiles a futuro, quejas con el profesor por exigir algo que no se enseña. Aunque lo más resaltante fue una queja a los propios estudiantes por la indiferencia cuando a uno le va mal.
En este proyecto buscamos alegrar el día a todos para generar una buena convivencia, leyendo este artículo espero que hayas podido enterarte de los deseos y quejas de otros, debemos comprender que hay que apoyarnos entre todos, qué aunque tengamos un mal día se le puede mejorar el día a otra persona. Esta experiencia nos ha mostrado que incluso el simple acto de escuchar al otro, de darle uno su tiempo es algo muy significativo para el otro, tal vez desde ese punto deberíamos partir todos.

Por: Gabriel Bravo

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